Uno de los temas que me preocupa permanentemente es el estado de las rutas de Santa Fe y por supuesto las rutas nacionales que atraviesan esta provincia. Ustedes saben que hace mucho tiempo la Nación se ha desligado de los trabajos que hay que hacer en las rutas nacionales.
El 4 de julio de este año se firmó un convenio por ejemplo entre Nación y provincia de Santa Fe por el cual la provincia de Santa Fe tomaba a su cargo los costos de la terminación de obras nacionales paralizadas.
El compromiso de la Nación era empezar la reparación de algunos tramos de rutas nacionales en estado peligroso, que fue expresamente planteado por el gobernador Pullaro desde diciembre del año 2023. Bueno, falta un trabajo real, no se ha respetado este tipo de convenio, hay una inacción del gobierno central. A cinco meses de este compromiso las reparaciones de Nación no comenzaron y la situación se agravó.
En los últimos días en distintos accidentes han muerto muchas personas. Bueno, a mí personalmente me interesa poner en claro que nuestra provincia tiene las rutas de tonada por esta cuestión de Nación, por supuesto, pero además hay que marcar algunas diferencias.
Y la diferencia que quiero marcar es fundamentalmente con la provincia de Córdoba, porque desde la zona centro para abajo, sobre todo los santafesinos, tenemos que escuchar permanentemente, y ustedes también les deben pasar en el norte, esto de escuchar permanentemente. Ah, fuimos a Córdoba, y las rutas de Córdoba están bárbaras, y cómo Santa Fe no puede tener esa misma ruta. Un planteo legítimo.
Hay algunas razones que yo quiero explicar por esto. Dije, las rutas de Santa Fe están detonadas. Córdoba tiene muchos años de planear las rutas, lleva cinco gestiones precisamente planeando eso, la ruta es su objetivo, porque Córdoba es turística 100%. La provincia recibe a miles de turistas de todo el país, y entonces tiene que mantener. En cambio, en Santa Fe no se ha mantenido un plan acorde, un plan de Estado que lleve mucho tiempo. En el 2015 al 2019, Miguel Lifstichitz planificó algún tipo de trabajo sobre las rutas como para continuar. Se descontinuó en el 2019, se hicieron algunas rutas transversales, pero las principales, la 33, la 11, que le atañe sobre todo al norte, la ruta que baja desde el Chaco, con miles de camiones que pasan al mes, se descontinuó este trabajo.
Después del 2023, cuando asume el nuevo gobierno, se empezó a planificar de nuevo. Pero hay que tener en cuenta, sí, que, como dijimos, Córdoba ha mantenido cinco años de gestión con sus rutas, y nosotros hemos invertido poco y planificado poco también. Hay que tomarlo como una cuestión de Estado, más allá de quién gobierna. Córdoba, por ejemplo, tuvo una estrategia de endeudamiento importante sobre las rutas en sus cinco años de trabajo, metió mucha plata, se endeudó, y en Santa Fe se invierte poco. Esto hay que decirlo. Ahora hay que invertir más. Un tema que hizo Córdoba y que no hizo Santa Fe es que Córdoba tuvo un impuesto a los combustibles que inclusive sancionó a través de la legislatura de Córdoba en el 2012. Es una tasa vial provincial, un impuesto cubierto que cobró muchos años, ¿no? Y que después le cayó, digamos, la Corte Suprema de Justicia, dijo, no, esto es inconstitucional, paren. Pero hubo muchos años de recaudación a través de este impuesto vial. Cosa que en Santa Fe se hizo, un poco se está haciendo ahora en Rosario, con una tasa vial que se está cobrando para el bacheo, pero en esa ciudad. Vialidad nacional en Santa Fe tiene 846 kilómetros de autopistas, como solemos decirle corrientemente. En Córdoba hay 1.300 kilómetros.
No hay plata, así que la provincia va a tener que intervenir en esto. Recordemos esto, en la Ruta 11, en la 34, en la 33, en la 178, que viene de Pergamino hacia los puertos, bajan miles de camiones, miles de camiones por día, en época de cosecho, fundamentalmente, se han contabilizado, llegando a los puertos Santa Fe abajo, algo así como 6 o 7 mil camiones por día sobre esas rutas. Lo cual, si no hay arreglo, rompe permanentemente, no hay banquinas, no hay señalizaciones, y obviamente las rutas están, sobre todo, muy muy rotas, y con una huella muy profunda. Un tema que no hizo nunca Nación, tampoco sobre estas rutas, es controlar las cadenas. Otro de los temas que tenemos es que el inmobiliario tiene una evaluación muy atrasada, por lo tanto no se pueden aplicar allí a los 5.550 kilómetros de rutas totales que tiene la provincia de Santa Fe, incluido, como dije, las 844 o 846 kilómetros de autovía. Señores, los arreglos de rutas se van a provincializar. La Nación no les va a dar más bolillo. Tendríamos que potenciar el uso del ferrocarril, de lo cual, momentáneamente, estamos muy lejos.
Siempre digo que hay que construir algún ferrocarril transversal que recorra la provincia por el centro norte para que llegue hasta los ríos, por ejemplo, de Reconquista. Quiero decir, hasta el río y hasta los puertos de Reconquista y de la provincia de Santa Fe. Ese ferrocarril transversal haría que muchas cargas se depositen en barcazas en esos puertos y puedan bajar hasta los puertos de Rosario donde se deposita o se exporta el 75 u 80% de nuestra producción.
¿Provincializar el arreglo de rutas? ¿Va a ser eso posible? Sí, seguramente sería posible. Las provincias se van a tener que empezar a hacer cargo de muchas cosas. Pero necesitamos el dinero correspondiente que la nación no tiene. Bueno, entonces, el tema es el siguiente. Para mi nación tendría que empezar a dejar de cobrar unos impuestos extorsivos y deberíamos pensar más en las autonomías de las provincias o en crear provincias-estados que manejen su verdadera recaudación para poner en práctica todo esto. Federalismo es, siempre lo digo, federalismo es que las provincias recaudan y manejen su propio dinero. Lo demás es zaraza. Amigos, un abrazo grande. Hasta la próxima.