La cita máxima del fútbol tendrá su partido decisivo con los dos jugadores más determinantes del certamen, compañeros en el PSG. A la vez, ambos son los goleadores del Mundial, con 5 tantos. Las ilusiones de Argentina y Francia se sostienen en ellos.
El Mundial de Qatar ofrecerá el domingo próximo en Lusail una final entre celebridades del fútbol, el argentino Lionel Messi y el francés Kylian Mbappé, rivales de una disputa simbólica y compañeros en el Paris Saint-Germain, club propiedad del emirato árabe.
Acaso un cierre perfecto para las autoridades del millonario país del Golfo Pérsico, un clásico generacional entre la figura que ostenta el reinado del fútbol hace más de una década y otra llamada a heredar la centralidad en el deporte de la pelota número 5.