Las personas que estén desencantadas con su puesto de trabajo o se sientan limitadas, es posible que hayan pensado a emprender y crear su propia empresa. El problema es que dar este paso es algo que siempre da miedo debido a la incertidumbre de tener que asumir la responsabilidad de toda la gestión.
Es realmente importante tener experiencia en el emprendimiento, y esto no se consigue ejecutando tu idea tras terminar los estudios. Es vital trabajar al menos un año, idealmente en otra empresa, para aprender e ir ahorrando. Igualmente, la formación es importante y puedes ir apuntándote en cursos gratuitos que te ofrecen los conocimientos para emprender
Es cierto que al querer montar una empresa puedas querer ir solo para que todo vaya mucho más rápido, pero ‘con alguien llegarás más lejos’. Obviamente se debe buscar a alguien que tenga conocimientos que tu no tengas, y que de esta manera te vaya a complementar.
Pero uno de los aspectos más polémicos es precisamente que siempre hay que vender de manera previa la idea y desarrollarla después. A prioridad puede no tener sentido vender algo que no existe y está en la imaginación, pero es realmente frustrante encerrarse en una habitación y comenzar a desarrollar para que después no funcione. Lo primero es venderla, explicarla a posibles compradores y pedir la opinión de amigos o familiares para saber si es buena o solo funciona en tu mente.
‘Si lo que haces solo te gusta a ti, tienes un Hobby. Si le gusta a los demás, ¡tienes una empresa!’.