Estamos ante una economía donde la confianza se ha convertido en uno de los principales objetivos a lograr con el Marketing.
Aunque el objetivo que tenemos como emprendedores es vender algo (una idea, un producto, una marca…), el camino de menor resistencia a menudo es no vender nada.
Por contradictorio que parezca, la naturaleza del proceso de toma de decisiones ha cambiado.
La forma más rápida de lograr que alguien compre tu producto o servicio es trabajar elementos que generen confianza y darles a tus potenciales información objetiva, para dejar que ellos tomen sus propias decisiones.
Pensar que tu empresa o marca, automáticamente, va a generar confianza porque sí es irrealista.
La confianza necesita una estrategia de Marketing para conseguirla.
La confianza viene cuando puedes crear autoridad en el mercado.
Viene cuando puedes crear familiaridad con frecuencia.
Viene cuando puedes crear una marca con contenido de calidad.
La confianza se trabaja y se busca, de manera constante.
No pasa por sí sola.