Arranqué el año registrando el nacimiento del Festival del Jaaukanigás. La fotografía de escenario es una de mis preferidas, así que, fue una linda experiencia.
En el escenario se cumplió el cupo femenino de contratación y el INAMU lo reconoció oficialmente, eso sí, si uno miraba las bandas, aunque en la voz sean mujeres, en los instrumentos fue abrumadora la mayoría masculina.
Si ustedes también pasaron por el festival y notaron lo anterior, les cuento que en el trabajo fotográfico y audiovisual es aún más difícil ver a mujeres haciendo trabajos técnicos o empuñando una cámara.
El año pasado me entusiasmé al ver varias chicas en eventos de danza, teatro y deporte. Algunas vi eran alumnas del Colo Colombini, pero en el Festival no vi a nadie, quizás, porque no se acreditaron como prensa o porque no quieren gastar equipo en vano.
En mi caso, poner el ojo en la mirilla y ordenar y atrapar el universo que estoy viendo, me hace olvidar todo. Me gusta la fotografía. La pasamos bien en familia, pero sigo soñando con más compañeras fotógrafas y contratos que nos ayuden a comprar equipos y parar la olla.
El camino es largo, pero hasta la caminata más larga comienza con el primer paso.
Mabel Fernández
