Socio, del latín socĭus, socio es el individuo que se une a otro para desarrollar algo en conjunto. Las personas que se vinculan con un objetivo en común (es decir, que se asocian) forman una sociedad.
Esta es la definición teórica de “Socio”, muchos emprendedores siempre buscan asociarse con otras personas para poder crear un negocio y así llegar a obtener grandes metas.
Primeras búsquedas
La mayoría de personas que llegan a formar una sociedad por primera vez, lo hacen entre amigos, familiares o cualquier persona cercana a ellos porque piensan que de esa forma será mejor, sin embargo, no es así de simple.
¿Qué debes buscar en un socio? ¿Qué cualidades debe de tener un socio?
Comprometido.
De nada sirve asociarte con una persona si no va a estar 100% comprometida con el negocio, cualquier persona te puede decir “Si” para formar una sociedad, sin embargo, son pocas las personas que de verdad se comprometen y entienden que un negocio para que funcione y sea rentable, toma tiempo y dedicación.
Si de verdad buscas a una persona para formar una sociedad, debe, es imperativo que tenga esta cualidad.
Disciplinado.
“La disciplina es el puente entre las metas y su cumplimiento”. – Jim Rohn – El ser comprometido no basta, un buen socio debe de ser disciplinado ya que, una persona disciplinada se identifica con el éxito.
Por lo general, la disciplina exige respetar un cierto código de vestimenta, cumplir con un horario y dirigirse a los superiores jerárquicos de una manera en particular, entre otras obligaciones.
Para un socio, la disciplina es respetar a los demás asociados y a los trabajadores, realizar sus tareas asignadas lo más pronto posible, entre otras.
Cooperador
Asociarte con alguien que sólo te diga “Que buen trabajo socio”, “Wow socio, le ha quedado bien”, “Bien hecho socio”, es asociarse con la muerte de tu negocio ¿Por qué? Si lo único que hace esa persona con quien te has asociado es felicitarte, entonces no es un socio, sólo es un parásito más que intenta ganar dinero felicitándote y haciéndote creer que él hace algo por el negocio, cuando en realidad tú eres el que se está “partiendo el lomo” por hacer que el negocio crezca.
Debes buscar a una persona que te ayude a hacer lo necesario para que el negocio crezca, que si tú te cansas de hacer algo, él te releve y lo haga igual o mejor que tú, que si no sabe cómo hacer algo, te diga “No sé cómo se hace, pero aprenderé a hacerlo para poder ayudarte e incrementar los resultados”.
Debes de buscar a una persona con la que te sientas cómodo, a una persona que le guste trabajar en equipo y no a un parásito haragán, bueno para nada que sólo quiere hacer dinero sin hacer nada.
Honesto
La honestidad es la virtud que caracteriza a las personas por el respeto a las buenas costumbres, a los principios morales y a los bienes ajenos. Es la acción constante de evitar apropiarse de lo que nos pertenece.
Un buen socio no querrá adueñarse de tu idea, querrá ayudarte a crecer, querrá apalancarte.
No te dejes engañar, si ves que tu “socio” está queriendo tomar control sobre tu idea, es momento de que le pongas un alto y le dejes saber que, al ser ambos socios, tienen el control de todo por igual, claro que hay cosas que cada quien irá supervisando, pero nadie se mete con las cosas del otro.
Motivador e inspirador, al igual que tú.
Cuando busques a un socio debes de fijarte bien que sea una persona motivada que inspire confianza y mucho más a las personas que lo rodean, no busques a una persona que sea todo lo contrario porque lo que quieres lograr es el éxito, no el fracaso.
La motivación es importante cuando se está poniendo en marcha un nuevo proyecto porque si no estás motivado no saldrá bien.
Tanto tú como tu socio deben de tener motivación y deben de tener metas similares, ya que, si no es así, habrá una discrepancia entre ambos y no pasará mucho tiempo cuando hayan disuelto la sociedad.