es una ciudad en la que personas con distintas ideas son bienvenidas, en la que los espacios públicos son espacios de encuentro y reconocimiento, son ciudades que viven en permanente proceso de transformación y valoran la diversidad. Volviendo a lo dicho antes, un ambiente creativo es un campo de inspiración e innovación. Es un ciclo que gira de forma continua.
¿Cuál es el rol de los emprendedores creativos en el contexto socioeconómico actual?
Los emprendedores comienzan a tener un rol activo dentro del contexto socio-económico actual, ya que su presencia no se limita a su pertenencia a las industrias culturales o tecnológicas de la información y comunicación, sino que aportan valor agregado a otros productos y servicios de la economía tradicional. El diseño por ejemplo, atraviesa sectores que van desde la moda hasta el diseño de maquinaria agrícola por ejemplo. Aportan valor agregado, singularidad, diferenciación.
En estos emprendimientos se prioriza el concepto y contenido simbólico de cada producto, valores que deben estar en coherencia con los procesos de producción, distribución y comercialización. Aportan una nueva mirada a la cultura del trabajo y a los modelos de producción.
Son negocios basados en el capital humano e intelectual, en los que la creatividad juega un papel fundamental y poseen una doble naturaleza: económica, por un lado, en tanto y en cuanto su finalidad es la generación de riqueza y empleo; y cultural, ya que reflejan en sus creaciones valores propios del contexto en que se sitúan.
En lo que a sus sectores tradicionales refiere como el editorial, musical, de artes visuales y escénicas, el audiovisual etc., representan el 3.5% del PBI nacional en la Argentina y entre 2008 y 2009 el sector creció un 8%, porcentaje superior a otros sectores de la economía nacional. El sector de la industria cultural en Argentina es un sector con crecimiento constante en el país.
En cuanto a los desafíos que enfrenta el sector se presenta por un lado la necesidad de profesionalización y formalización de la figura del emprendedor cultural como un empresario y, por el otro lado; la necesidad de implementar políticas que protejan a estos emprendimientos de la competencia de los grandes conglomerados, fortaleciendo principalmente a la distribución, que es uno de los mayores inconvenientes que tiene el sector. Por otra parte, es necesario fomentar a la gestión de la creatividad en el resto de los sectores de la economía tradicional, para generar más valor agregado.
¿Cómo ven la profesionalización de quiénes gestan emprendimientos culturales y creativos?
Lo que pudimos observar a partir de nuestro proyecto de formación es que los emprendedores comprenden cada vez más que se dedican a proyectos vinculados a la cultura que pueden trabajarse como fuentes generadoras de empleo e ingresos y que precisan profesionalizarse en la gestión de estos proyectos.
Comprenden que hay emprendimientos culturales y creativos que se diferencian de otros proyectos cuyos fines son puramente sociales y/o artísticos o no lucrativos y que, por su naturaleza, no entran en la lógica comercial. En líneas generales se está tomando conciencia sobre la importancia de la industria cultural y creativa en la economía de las ciudades actuales, el emprendedorismo como salida profesional y de autoempleo, y el asociativismo como camino de fortalecimiento y crecimiento de sus proyectos.