En los últimos días salió a la luz una situación extremadamente preocupante: la comuna de Tartagal no puede garantizar agua potable para su comunidad. Vecinos, organizaciones y referentes locales vienen denunciando que el agua que llega a los hogares no es apta para el consumo humano, y las evidencias que circulan en redes sociales son cada vez más alarmantes.

Incluso, Alexis Romero Ojeda, el marido de Valeria Villalba —integrante de la minoría en la Comisión Comunal y responsable de ejercer el poder de contralor— manifestó públicamente su preocupación por la mala calidad del agua que la comuna distribuye. Sin embargo, lo más grave es que, a pesar de estos reclamos públicos, ni Valeria Villalba ni los integrantes de la minoría han presentado denuncias formales por las vías administrativas correspondientes.

Esto deja en claro que algunos reclamos parecen estar “hechos para la tribuna”, pero a la hora de la verdad no se realizan las acciones necesarias para obligar a la comuna a resolver un problema que pone en riesgo la salud de toda la población.

El ENRESS exige explicaciones

En este contexto, se conoció una nota oficial del Ente Regulador de Servicios Sanitarios (ENRESS) dirigida a la Comuna de Tartagal, en la que se le exige la remisión urgente de los análisis que validen que el agua suministrada es realmente potable.

A continuación, se detalla el texto remitido por el organismo:

“El Reglamento de Control de Calidad de Agua Potable, aprobado por Resolución EnReSS N° 325/11, obliga a los Prestadores a realizar análisis de control de calidad del agua suministrada a los Usuarios, estableciendo las distintas determinaciones y frecuencia, debiendo remitir copia de los resultados obtenidos a este Organismo.

La falta de realización de dichos controles y/o de la remisión de copia de los resultados al EnReSS, se encuentran tipificadas como infracciones en el Anexo I del Régimen Sancionatorio para Prestadores Locales, aprobado por Resolución EnReSS N° 896/12 (t.o. Resolución EnReSS N° 1318/17) modificada por Resolución EnReSS N° 94/19.

Cabe recordar que los Prestadores de servicios de agua tienen la responsabilidad de garantizar que el agua suministrada cumpla los niveles de calidad fijados en la normativa vigente, debiendo efectuar como mínimo, los controles físico químicos y microbiológicos establecidos en el citado Reglamento, tanto en la fuente, como en el agua tratada.

Por todo lo expuesto, se intima a que en un plazo no superior a cinco (5) días, remita a esta Gerencia copia de los resultados de los análisis de autocontrol realizados en el año 2024 y del 2025 a la casilla de correo electrónico labzonanorte@enress.gov.ar.”

Una crisis que se agrava con el calor y la falta de controles

La llegada del verano profundiza las alarmas: las enfermedades gastrointestinales proliferan durante la época estival y, en la mayoría de los casos, son transmitidas por el consumo de agua contaminada. La falta de mantenimiento en el sistema, la ausencia de controles serios y la evidente desidia institucional colocan a Tartagal ante un escenario sanitario crítico.

Pero esto no es un hecho aislado. En Tartagal, todo está mal: una administración sospechada de corrupción, servicios públicos deteriorados, y un servicio esencial como el agua, que no puede ser garantizado por la gestión del presidente comunal Nelson Elham.

Corrupción, abandono, desidia

Ese es el reclamo de los habitantes de esta localidad del corazón de la cuña boscosa, en el departamento Vera. Y mientras el ENRESS exige explicaciones inmediatas, la comunidad sigue esperando algo básico, elemental, irrenunciable: agua potable.