¿Se acuerdan del viejo edificio de Tribunales en calle San Martín 1060? Ese que, según la provincia, está «ocupado indebidamente» por la Municipalidad y que ahora, de repente, reclaman con una exigencia de desocupación inmediata. ¿Indebida? ¿Después de que la Municipalidad tuvo que invertir en el edificio con fondos de todos los reconquistenses? La indignación es inevitable.
La Municipalidad de Reconquista no sólo impidió que ese inmueble se viniera abajo, sino que invirtió en su refacción y mantenimiento, devolviéndole dignidad y mejores servicios a los ciudadanos. No fue un préstamo, no fue un favor. Fue una cesión de uso implícita, un acuerdo tácito entre partes, donde la provincia, con su silencio, avaló cada peso que los ciudadanos de Reconquista pusimos para salvar un bien que, a todas luces, ya no les interesaba. Y ahora, sin un solo reclamo formal previo, sin un aviso, exigen la restitución como si nada de esto hubiera pasado, como si la inversión y el esfuerzo de nuestra gente no valieran nada.
Y el colmo de esta situación es el historial que se pretende borrar. El uso de ese edificio no es arbitrario, es parte de un acuerdo mayor. Recordemos que el Poder Judicial de la Provincia de Santa Fe y la Municipalidad de Reconquista firmaron un Convenio de colaboración en septiembre de 2008. En ese acuerdo, la Municipalidad se comprometía a donar una fracción de terreno de cuatro mil metros cuadrados (4000 m²) identificada como Lote «B» de la Manzana N° 204, para la construcción del nuevo edificio de los Tribunales en Reconquista. Esta donación quedó plasmada en la Ordenanza N° 6.010/08.
La donación del Lote «B» tenía cargos específicos para el Poder Ejecutivo de la Provincia: la construcción de un edificio para los Tribunales de la Sede Judicial de Reconquista, la presentación de un Plan Ejecutivo y Plan de Avance de Obra en un año, y la conclusión de la obra en cinco años desde la promulgación de la Ordenanza. Además, la provincia se comprometía a realizar las gestiones para que el edificio y terreno que ocupaban los Tribunales en calle San Martín 1060 (el edificio que ahora reclaman) fueran puestos a disposición de la Municipalidad de Reconquista.
Es más, el incumplimiento de estos cargos por parte del Poder Ejecutivo provincial generaba la restitución inmediata del inmueble a la Municipalidad. A pesar de los retrasos y prórrogas que hubo en el proyecto del nuevo edificio, y que la Municipalidad, como gesto de colaboración, aprobó con la Ordenanza N° 7.726/15, la provincia recibió el terreno del Lote «B» y avanzó con las obras.
La Municipalidad no solo cumplió con la donación del terreno para el nuevo edificio de Tribunales, sino que, además, llevó a cabo obras complementarias esenciales para su funcionamiento, como la pavimentación e iluminación de la calle Lucas Funes, y la pavimentación de calle Pueyrredón.
Y ahora, la pregunta que carcome y que a muchos vecinos también, es provocadora: ¿Dónde están los muebles, las computadoras, los aires acondicionados (algunos prácticamente nuevos) que estaban en el edificio de calle San Martín? Porque mientras la provincia dormía la siesta, acá la gente veía cosas. Veía camionetas particulares cargando bienes públicos. Veía enormes equipos de aires acondicionados nuevos «desaparecer» y aparecer, casualmente, en quinchos particulares. Veía a empleados y jubilados judiciales ir y «elegir» lo que se llevaban a casa, como si el ex edificio de Tribunales fuera un remate sin ley ni control. La versión oficial de que todo fue «donado» es un insulto a la inteligencia. Fue un vaciamiento, a la luz del día, amparado en la impunidad, y hasta hay testigos que aseguran tener fotos y videos del vaciamiento.
¿Y a quién denunciamos? ¿A los mismos que se llevaron todo? La pregunta retumba y se choca contra un muro de frustración y la sensación de impunidad que se ha instalado en nuestra ciudad.
Parece que, para algunos, la vara de la ley se aplica según la conveniencia del momento.
La reflexión final, la que más duele, es para qué quiere la provincia ese edificio ahora. Ese edificio que la Municipalidad rescató del olvido. ¿Para instalar a los cientos de «ñoquis» que tienen en el norte provincial y no saben dónde meter para justificar sus sueldos? Es irónico, y francamente lamentable, si consideramos que la Municipalidad, en un gesto de colaboración institucional y respeto intergubernamental, cedió oficinas y hasta el mantenimiento de las mismas a la provincia en el Centro Cívico Municipal. Un gesto que ahora es respondido con esta exigencia altanera y desinformada.
Es hora de que la ciudadanía de Reconquista abra los ojos. La historia de este edificio no es un simple capricho burocrático, es un reflejo de cómo se manejan ciertas cosas en nuestra provincia: con desidia, con desinterés y, cuando les conviene, con la mano dura y el desconocimiento absoluto de lo que se ha hecho por y para la gente de nuestra ciudad.