La notable ausencia de la oposición dejó mucho que desear en la reciente asamblea participativa sobre la problemática de adicciones en barrio América. No asistió ningún concejal de Juntos por el Cambio, dando la espalda a un flagelo que atraviesa a toda una sociedad.

El Centro Integrador Comunitario de barrio América fue el epicentro de una nueva asamblea participativa impulsada por la actual gestión municipal encabezada por el intendente Amadeo Enri Vallejos que significó un ámbito de debate amplio y numeroso sobre la problemática de adicciones.

Con varios grupos de trabajo, vecinos, instituciones, funcionarios, vecinalistas y solamente concejales del oficialismo  ya que los ediles de la oposición brillaron por su ausencia como si nada les importara una temática que alcanza a toda la sociedad como son las adicciones, se dio una discusión que duró dos horas.

Las asambleas participativas son un método eficaz y democrátivo para gobernar que hace que el mayor porcentaje de las obras realizadas, a realizar y que actualmente se realicen se hagan desde la óptica del vecino, más allá ́ de algunos cuestionamientos provenientes de un sector de la oposición.
El método de los Talleres de Planificación Participativa ha sido una fiel muestra de democratización popular y pasará a la historia como una forma de gestionar que ningún intendente de Reconquista y la región aplicó desde la vuelta de la democracia.

Sumado a esto, su enorme capacidad de gestión, acción permanente con presencia absoluta en cada una de las actividades ciudadanas y la emblemática cantidad y calidad de obras son el sello distintivo y diferenciador que elevan cada vez más su propia vara.

Todo ello sin dejar de lado el sentido común que debe aplicar un líder con visión para tomar decisiones que crean convenientes para seguir mejorando las condiciones de vida en una ciudad.
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¿O acaso todos los intendentes o jefes comunales licitan popularmente la totalidad de obras y decisiones que toman?, por citar un simple ejemplo: La puesta en valor de la plaza de Avellaneda nunca fue sometida a plebiscito ciudadano, a pesar de ser una acertada decisión.

Hoy somos protagonistas de recorrer las calles de una ciudad digna de lucir como la perla del Norte.

Apelemos al uso de la memoria para no dejarnos persuadir por el negocio que algunos oportunistas intentan seguir afanando con «la grieta» de la que estamos cansados hasta el hartazgo.
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Enfocarnos en promover lo que nos encanta y aportar ideas positivas que podamos seguir construyendo juntos sería una buena propuesta que deberíamos incorporar como un valor íntegro, coherente y saludable para una sociedad que hoy goza de los beneficios de sabernos parte de la reconstrucción de la localidad más importante del norte de la región.
Una muestra de la importancia de la participación abierta es lo ocurrido el jueves último en el CIC de barrio América donde un significativo número de vecinos pudieron señalar sus puntos de vistas y preocupaciones ante el tema de adicciones.